martes, 11 de mayo de 2010
No tiene raza, religion, ni credo
Con los ojos aún cerrados y el cuerpo tembloroso por el parto, un recién nacido busca el pecho de su madre desde el momento en que lo dejan encontrarse con su piel. Sabe cómo alimentarse. El líquido que fluye de ella es su mejor fuente de vida: le nutre, refuerza su sistema inmunológico, le reconforta. Él lo sabe por instinto. La lactancia materna funciona a través del establecimiento de un vínculo entre el niño y la madre, el cual se da desde la primera vez que el niño empieza a succionar este líquido vital. Sin duda este vinculo es importante para el desarrollo psicosocial, neurológico y emotivo, además que a través de la leche materna se logran obtener nutrientes los cuales no son proporcionados por una leche maternizada.
En los últimos años, el biberón ha ido tomando posicionamiento debido a que muchas mujeres hoy en día le restan importancia a la lactancia materna, aun cuando se tiene conocimiento de que esta es una fuente vital para el desarrollo y la supervivencia de los niños. Según la organización mundial de la salud los menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna no llegan al 40%. Por lo cual está promoviendo un programa de apoyo adecuado a las madres y a las familias para que inicien y mantengan la lactancia materna debido a que la falta de desinformación podría acabar con la vida de muchos pequeños.
Entrevista a la doctora, Katerine Jordano.
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